El conjunto de música medieval “Excalibur”, cuenta con tres integrantes que no solo viven en familia, sino que también representan y comparten valores ecológicos en convivencia armoniosa con la naturaleza, convirtiéndose en un ejemplo para muchos.
Lo que inició como una aventura musical se ha traducido en un camino sin fin, donde el tratamiento amable de la tierra y el reconocimiento del mundo espiritual son una constante.
Desde mediados del 2017 viven en Iquique, Luz Estrella Rojas Robles, Santiago Veloso Saavedra y Joyce Lowick-Russell, en una casa en la Gómez Carreño, donde lo verde resalta y toma protagonismo. «La madre de Santiago, comenzó con el cuidado de este espacio, tenía plátanos, eucaliptos y muchas flores”, contó Luz Estrella, pero a partir de que ellos convirtieran esa casa en su hogar, la vegetación fue dejando de ser el tradicional jardín iquiqueño, y paulatinamente se fue transformando en un micromundo encantado, quizás en una prolongación de los mitos y leyendas medievales, que llegaron junto con instrumentos y la música de los colonos europeos.
Los inicios en el cuidado del ambiente
El agua es uno de los recursos que más cuidan a diario, y les parece una exageración todos los litros que se pierden. “En Villa Alemana teníamos una casa más grande y usábamos el agua de la cocina para regar árboles y también para lavar. Ahora ocupamos el agua de la lavadora para mantener las áreas verdes”, sostuvieron los integrantes del grupo.
También cuentan que toda el agua que usan para limpiar los vegetales la juntan en otro tiesto y luego la usan al bajar el inodoro.
Inspiración en la naturaleza
Se conocieron a través de un grupo de amigos que se juntaba en Iquique a practicar artes marciales, pero fue en la quinta región donde Luz Rojas decidió mudarse con ellos y comenzar el lazo de amistad y convivencia. “Me quedé a vivir con ellos, teníamos cosas en común. Se fue dando y ahora son mi familia”, señaló.
Mientras que Santiago, un trovador que fácilmente podríamos confundirlo con algún personaje del Señor de los Añillos, pero en vestimenta casual, cuenta que se sienten realmente inspirados por la naturaleza: “nos nutrimos del color de la vegetación y del sonido; esta vegetación atrae muchos pájaros y esto nos inspira a hacer una música más tranquila y armoniosa”.
Así también, los integrantes de este grupo musical, siguen disciplinas espirituales que cultivan a menudo, como Yoga y kung Fú. Además, su alimentación es vegetariana, casi vegana. Entre risas nos contaron que serían veganos si no fuera porque a veces comen “huevitos de Mamiña”.
También consumen yogurt de pajarito y descomponen todos los desechos de origen vegetal.
¿Quiénes son?
La agrupación se llama Excalibur. Nombre que surgió en honor a la espada del rey Arturo.
Tocan instrumentos de viento y percusión, los mismos que se usaban en rituales de la antigüedad y Edad Media, y que además, se han fusionado con las corrientes locales.
Han tomado cursos y clases de instrumentos y danzas antiguas. Se han formado por años participando en diversos escenarios y encuentros internacionales en Chile. Realizan interpretaciones de la Edad Media y el renacimiento; interpretaciones anónimas realizadas por reyes, sacerdotes europeos y pueblos celtas; todo ello sumado a interpretaciones propias.
En el siglo XXI en pleno Oasis del desierto se inspiran y crean música con tradiciones de siglos y a la vez se afincan en seguir un estilo de vida del futuro.
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