A pocas cuadras del centro de Alto Hospicio, en la Av. Los Aromos, se ubica un sitio donde ni la presencia de insectos u olores, delatan a las más de 60 mil gallinas ponedoras de una importante avícola de la región.
Hugo Olave, fundador de Biolave y representante legal de Sociedad Avicola Olave e Hijos Ltda, nos cuenta cuál es el secreto para mantener esa población de aves sin que generen los inconvenientes que solía acompañar la crianza y sus desechos dentro de sectores poblados.
Hugo nos invitó a que lo acompañáramos a La Tirana, donde sin infringir ninguna norma en carretera, observamos su destreza de piloto comercial al conducir su moderna camioneta. Nos desplazábamos mientras nos contaba que su padre Hugo Domingo Olave John, nacido en Chillán, piloteó avionetas antes que él. Llegó a Iquique en tiempos de la bonanza pesquera a desempeñarse como piloto de los Pelícanos; los temerarios ícaros que iniciaban las faenas de pesca con la prospección aérea, quienes avistaban la “mancha” y avisaban por radio a las embarcaciones de la flota.
Luego junto a su esposa Carmen Rosa Ormeño Swaneck, oriunda de Antofagasta, iniciaron la crianza de 36 gallinas con el fin de obtener huevos frescos para consumo personal. Los excedentes sumados a la constancia y permanente innovación, les proporcionaron un negocio que llegó a satisfacer las necesidades de una parte importante de la población tarapaqueña, lo que les ha permitido crecer y mantener una marca por más de 30 años.
Llegamos a la ruta A-665 Pozo Almonte-La Tirana, y nos encontramos con una instalación muy higiénica, donde tampoco se percibe que es el lugar de destino de las heces que producen las 60 mil aves de corral.
Allí fue cuando Hugo nos comienza a hablar acerca del “milagro” de transformar las heces de gallina (gallinaza) en un poderoso fertilizante y estimulante vegetal, orgánico BiOlave, a través de un enorme biogestor y varios tanques con capacidad para 22 mil litros cada uno.
Indicó además: “comprenderás que tener este volumen de gallinas significaba una gran cantidad de desechos todos los días, lo que no solo nos agobiaba, también nos invitó a buscar una solución que nos llevó a pensar en formar una planta que produjera biogás para obtener electricidad, pero en el proceso, nos dimos cuenta de que podíamos obtener fertilizante. Fue ahí cuando agarramos una muestra y la enviamos a Santiago. Los análisis nos demostraron que tenía excelentes parámetros de nutrientes para las plantas”.
Se trata de un fertilizante, fabricado con residuos orgánicos y 100% naturales, que fortalece la base radicular de los cultivos. Funciona como un poderoso estimulador de las hojas de las plantas al entregarles nutrientes naturales con componentes minerales líquidos, y que, además, baja el estrés de los cultivos y acelera el crecimiento.
Este fertilizante permite el control de las cosechas y baja la salinidad. Hugo indicó: “en el norte es sumamente importante ayudar a las plantas a manejar la salinidad ambiental”.
Otra de sus cualidades tiene relación con los excelentes resultados que ha tenido con las heladas, ya que según la experiencia de una viña que ocupa este fertilizante en Casablanca, desde su uso las vides soportan mejor las bajas temperaturas: “Hay una helada y resulta que las parras que se están aplicando BiOlave, son las que aguantan mejor”, enfatizó el empresario.
Este fertilizante nortino tiene cerca de 7 años de producción y está dando grandes resultados entre agricultores desde La Serena hacia el Sur. Se comporta muy bien en una diversidad de plantaciones como césped, hortalizas de hoja, brócoli, repollo. Las personas que producen paltas también están utilizando el Biol para los árboles y para el fruto.
Si bien el producto tiene buena recepción entre los agricultores de la Zona Central, la tarea pendiente que enfrenta este proyecto es ser profeta en su propia tierra, pues los agricultores nortinos son más conservadores al momento de tomar técnicas productivas, por lo que hay que instalar en ellos la cultura de usar más productos que ayuden a renovar la tierra.
Otro desafío que se propone BiOlave, es tener un fertilizante líquido de consumo masivo para llegar y aplicar, como también otro producto basado en los residuos sólidos que quedan de la producción de BiOlave -el primer biofertilizante ecológico de origen avícola hecho en Tarapacá- para nutrir y recuperar los suelos de Chile.
Por: Paula Herrera y Keyla Larrea / Fotos: @LaQuinta-news
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