Vecinos del barrio El Colorado crearon una corporación para que este anhelo se haga realidad.
Fue un viernes por la tarde en pleno verano, específicamente el 25 de enero de 2013, cuando se produjo un derrame de petróleo sobre el mar de la Playa El Colorado en Iquique, afectando a más de un kilometro de biodiversidad marina y de paso, a las aves que se encontraban en el lugar.
La noticia se difundió en múltiples espacios comunicacionales y las fotografías no eran alentadoras. Mostraban a un grupo de personas auxiliando a las especies empapadas de oro negro, algo a lo que hace alusión Franca Sozzani, editora general de Vogue Italia, cuando realizó una edición de modelos teñidas de este tono, para mostrar su visión sobre el derrame en el Golfo de México.
Como el reflejo de que hasta la moda da su opinión con respecto a emergencias ecológicas, también lo hacen los vecinos del barrio que se vio afectado por esto, y que vio la transformación en los años 60 con la instalación de industrias pesqueras y empresas de importaciones que buscaban el progreso de la comunidad.
Es esta misma gente la que ha hecho noticia durante los últimos días, promoviendo la recuperación de la caleta y la playa que era conocida como el “Acapulco chileno”. Fue así como el pasado viernes, se realizó una clase de bodyboard con los nietos de las generaciones que crecieron en esas calles al norte y que a los 11 o 12 años los tiraban desde el muelle para que aprendieran a nadar.
Personas como José Cáceres, Rodrigo Oliva, Hugo Riquelme, Verónica Sagredo, Eduardo Prieto y Margarita Welsch, son algunos de los que creen en la Corporación Caleta y Playa El Colorado, que busca restablecer el valor patrimonial y ecológico que debería producirse en este barrio de antaño y de esta manera, recordar a los «potos verdes» (Colorado bajo), aquellos que vivían cerca del puente llegando a la Zofri; a los «come perros», (Colorado Alto) que habitaban el lado oeste y a los «mascarrieles» de la calle Ferrocarril.
Margarita, presidenta de la Junta de Vecinos Arturo Prat, comentaba durante las clases de body que “es una idea fantástica. Esto se está pensando hace mucho tiempo, lo que pasa es que ahora hay mucho más apoyo, porque la comunidad está participando en recuperar la playa. Esta actividad para los niños es excelente, es cambiarle la mente a los más pequeños, entonces van a crecer con la idea del deporte, de las actividades al aire libre y volver a tener una vida sana. Esperamos seguir contando con el apoyo de más personas para que esto se logre”.
Eduardo «Maravilla Prieto» también se crió en este sector y para él, la causa es importantísima, transmitiéndole a la población a que “luchen por el Iquique antiguo, como era cuando uno lo vivió, luego vinieron los edificios, pero lo que uno vivió fueron las playas preciosas que teníamos y que hoy no la tenemos, yo quisiera que volvamos a ese Iquique y que desde ahí empecemos”, sostenía.
Desde el sector Las Cabras llegaba Verónica Sagredo, a quien le parece una idea preciosa impulsar la productividad en el barrio, “porque esta playa me trae mucha historia, mis niños, mis nietos aquí, así que ojalá que esto se recupere. Nosotros podemos hacer muchas cosas y hablar con las pesqueras para que volvamos a tener la playa de antes”.
A partir de la Escuela-16 hasta el Barrio Industrial, se ubican las casas de cientos de familias que esperan cambios y ser atendidos por las autoridades, porque a pesar del fatídico incidente del 2013, según ellos el estado del agua ha estado mejorando producto de las modificaciones en los procesos industriales, pero aún falta mucho por hacer.
Creen que son la “zona de sacrificio”, pero no por eso han dejado de luchar para que esto se revierta y hagan factibles sus necesidades que hoy se relacionan con el mar y la pesca.
Francisca Cabello / Fotos: LaQuinta-news – Corporación Caleta y Playa El Colorado
Muy bello