Conoce la historia de esta promesa de la ciencia que ha destacado por la versatilidad de una investigación que lidera, la cual busca desintegrar estructuras metálicas contaminadas para que puedan ser reutilizadas y reingresadas al mercado.

El cambio climático es el gran desafío que enfrenta la humanidad, y la acumulación de residuos industriales es un grave problema ambiental que afecta nuestro entorno. Expertos pronostican que la generación anual de residuos aumente sobre el 70% en los próximos 30 años en todo el planeta. Entre los residuos industriales que más problemas acusan en nuestras ciudades y sus entornos, se encuentra la chatarra metálica, generada por los cementerios de vehículos, industrias mineras, maquinarias industriales, estructuras de construcción, embarcaciones, contenedores e industrias ferroviarias, entre otros. Estos desechos suelen almacenarse en vertederos, generando un gran impacto en el medio ambiente, en la salud de las personas, en la flora y fauna.


Hasta la fecha no existían tecnologías que permitieran tratar de forma eficiente estos residuos industriales. Sin embargo, gracias a una joven talento del Norte de Chile, este grave problema ecológico y económico está siendo analizado. Se trata de Nadac Reales Del Canto, de 34 años, calameña radicada desde niña en la Perla del Norte, Ingeniera Industrial por la Universidad de Antofagasta, biotecnóloga y nominada entre las 25 jóvenes científicas más importantes de Sudamérica.


Nadac llama la atención, principalmente por una de las investigaciones que lidera y que ha destacado por su versatilidad al entregar soluciones de bajo impacto a grandes problemas ambientales de la industria y la modernidad. En específico, Rudanac Biotec, es un proceso y un producto que utiliza microorganismos extremos que permiten desintegrar estructuras metálicas contaminadas, es decir, metales que están adheridos a goma, a escombro, ácido o aceites, y que no pueden ingresar a un proceso de fundición, por lo tanto, son descartados y actualmente no hay ningún sistema de transformación económica que permita reutilizar estos materiales. Por ello, esto desechos metálicos son un problema para la contaminación ambiental en empresas o sitios de acumulación.


Nadac comentó: “a través de un sistema metodológico, nosotros utilizamos ese material y generamos un producto que se puede reutilizar en un proceso más amigable con el medio ambiente”. Así también, indicó que están evaluando tener una planta en la Zona Norte, que permita recepcionar estos materiales imposibles de recuperar por otros métodos, tratarlos y reutilizarlos. “Nosotros nos haríamos cargo de este tipo de desechos metálicos con la finalidad de poder generar un producto que se pueda reutilizar y volver a ingresar al mercado. Es amigable con el medio ambiente, rentable, escalable y fácil de implementar”, agregó la joven biotecnóloga.

Solución de microorganismos que poseen la capacidad de biotransformar los desechos ferrosos, fueron crecidos a 1000L.


Pero, ¿cuál es el misterio que hace recuperar el material de estructuras de hierro desde escombros, piezas o motores y sus partes contaminadas con aleaciones, aceites o plásticos, y que además tiene el poder de disolver un clavo de hierro en tres días sin afectar el medioambiente?
Nadac Reales, nos explicó que se trata de cepas de bacterias extremófilas que se alimentan de materia inorgánica como metales, y que aunque se encuentran en la naturaleza, en un largo y minucioso proceso de investigación, lograron detectar las mejores candidatas y luego fueron sometidas a un régimen de entrenamiento bajo condiciones ideales, que son parte del secreto industrial de estos innovadores nortinos.


“La tecnología en sí, es un consorcio de microorganismos que se alimentan de compuestos inorgánicos, entonces nosotros aplicamos esta tecnología a la industria del hierro. Sin embargo, nos han contactado diferentes empresas con la finalidad de poder ver otras posibilidades. Entonces, también estamos evaluando y generando pruebas que permitan validar la tecnología en otros ámbitos”.

Pero no solo la gran industria minera puede ser beneficiada con este sistema, uno de los focos que han identificado como una gran problemática social y ambiental, son los llamados cementerios de vehículos, que, en el caso de Iquique y Hospicio, éstos se extienden a las calles, que pierden espacio de circulación y estacionamientos ya que los patios municipales y de Carabineros se encuentran colapsados. El material con el cual están compuestos los vehículos es metal con pintura, grasa y aceites, los cuales son considerados contaminantes para la fundición, por lo tanto, terminan como desechos.


A raíz de esta problemática, actualmente el equipo de Rudanac Biotec, se encuentra en un momento de validación tecnológica que les permitiría contar con una mejor posición para gestionar recursos que aportan al desarrollo industrial de estos procesos, con la finalidad de recuperar metales contaminantes y ponerlos a circular nuevamente en la economía, y todo este sistema, con cero emisión de carbono.

Por: Paula Herrera y Keyla Larrea / Fotos: @Glenn Arcos RRSS @ Nadac Reales del Canto

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