Su jardín le entrega alimento para la familia y en casos de emergencia para su restaurante de comida vegana.

Un imponente techo verde sostenido por enredaderas de luffas, maracuyás y campanillas moradas, es lo más característico y vistoso en el jardín de Pía Vergara Farías (29), una iquiqueña que vive en pleno centro y que cuida su huerto para lograr la soberanía alimentaria junto a su familia.


Bajo esta capa verde y apreciando sus flores, cuenta la experiencia que tuvo en el verano del 2019, cuando decidió recorrer la carretera austral en bicicleta durante siete días. Esos fueron momentos de conexión, acampaba con su pareja en cualquier lugar al que llegaban, tomaban agua de los ríos y cascadas, así como también evitaban el uso de detergentes y nada de basura.
“Sentí una conexión que como cuando tú cuidas la naturaleza te pasan cosas buenas, entonces después de ese viaje y de estar conectada ahí, volví y empecé un emprendimiento ecológico”, comenta la chef profesional.
Rapid Vegan
Todo comenzó cuando decidió hacer compost en el patio de su casa y las semillas comenzaron a germinar. De allí obtuvo las plantas necesarias para comenzar su huerto, pero no lo concretó hasta que con sus hermanos removieron los pastelones de cemento que habían en el suelo del patio y trabajaron la arena de playa que había debajo con el sustrato que ella misma prepara.


Según Pía, una acertada opción fue el dejar a libre albedrío a las lombrices de su vermicompostera, porque fue allí cuando empezó a crecer todo sin cesar. Además, este espacio se mantiene sin ningún tipo de químicos ni pesticidas, porque ella dice que entendió el ciclo de vida que hay en torno a este espacio y deja a las avispas eliminar las plagas.
Una acción consciente la llevaba a otra y así fue cuando emprendió con su local, “Rapid Vegan”, que está ubicado en el centro de Iquique. “Lo que me molestaba de trabajar en un restaurante, era la comida que se votaba también y en el restaurante utilizamos casi todo, no hay comida que no usemos la votemos y cocinar con consciencia”, enfatiza.
Hoy con orgullo puede decir que su proyecto de comida vegana es 0% plástico, ya que ni siquiera el packing cuenta con este material y si de botellas se trata, todo es reciclado para no generar residuos y lo demás es alimento para el compost.

Huerto

Hay ocasiones en los que les falta ají, pimentón o tomates cherry y es en esos momentos cuando agradece tener un jardín que le provee todas esas frutas y verduras. “En verano teníamos choclo, acelga, tomates que llegaban al techo, zanahoria, espinaca, de todo. Ahora en este momento el huerto ya está en invierno y está muriendo todo lo que es de verano; están quedando los últimos morrones, están saliendo nuevas acelgas, habas por allá y tengo que podar para que vuelvan a crecer”, agrega la chef.


Su tiempo también lo ocupa como voluntaria de La Huerta en la Calle (iniciativa que instala huertas en los espacios públicos), porque pretende seguir generando el ecosistema que ha podido percibir en su casa con la llegada de chinitas, abejas y colibrís, además de continuar sembrando para el consumo de sus seres queridos.

Por Francisca Cabello Fotografìa: LaQuinta-news

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