la obra de carácter no permanente, realizada por este colectivo de jóvenes artistas iquiqueños-hospicianos, debió impactar a los testigos que vieron su génesis, backstage y culminación, pero lo que se deja al resto de la humanidad, es el misterio de la fotografía de detener el tiempo, captar el reflejo de fotones de luz que se fijan en un soporte digital por fracciones de segundo, para estampar una imagen que nos puede evocar los paisajes desnudos de Spencer Tunik, o las atmósferas monocromáticas de Sebastiao Salgado.