El tráfico ilegal de flora y fauna es el tercer comercio ilegal más lucrativo en el mundo, después del tráfico de armas y drogas, ilícito que es regulado en Chile con la Ley 20.962 que aplica la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, según sus siglas en inglés).