Chatarra electrónica: los vertederos tecnológicos del siglo XXI

 “Las propias empresas deberían contar con un sistema de reciclaje de sus propios productos, así todo el planeta se beneficiaría”- Dino Cordano, fundador de Geec, empresa local que ofrece una solución integral a los residuos eléctricos. 

Dino Cordano y Giuseppe Cordano

Hasta el año 2017, Chile mantenía un promedio de 40 equipos eléctricos o electrónicos por hogar, lo que quiere decir, que al menos cada habitante en el país generaba 9,6 kilos de chatarra al año, alcanzando un total de 170 mil toneladas de residuos. Cifras que aún en la actualidad ubican a nuestro país en el primer lugar de Latinoamérica en la generación de desechos de este tipo.

En este contexto, y luego de incursionar en la limpieza de patios industriales, un grupo de emprendedores vio la oportunidad de generar soluciones oportunas e innovadoras de alto impacto y solventar problemáticas medioambientales actuales, como el tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).

Así es como en el año  2020 nace Geec, una empresa local con sede en la comuna de Alto Hospicio, que ofrece una solución integral a todo residuo eléctrico, electrónico, de metal no ferroso y no metálico, mediante un proceso de reciclaje con altos estándares de calidad que cuenta con el apoyo de la empresa Pañiwe Sustentable Ltda.

Dino Cordano, ingeniero comercial e integrante fundador de Geec, expresó que tras la primera experiencia, él y sus socios se dieron cuenta que ese no era su fuerte, por lo que decidieron cambiar de horizonte por algo más innovador hacia el reciclaje, ya que “donde algunos ven basura, otros ven oro”.

Tras la asociatividad con Pañiwe, Geec comenzó a dar sus primeros pasos como la primera empresa – autorizada por el Servicio de Evaluación Ambiental, el Ministerio de Salud y la Municipalidad de Alto Hospicio- en darle un nuevo manejo seguro a algo que es considerado “chatarra electrónica”.

Hoy Geec es una empresa dedicada a la recepción, almacenamiento, desarme y segregación de distintos elementos que luego pasan a destino final con los recicladores de cada material.

Aparatos que van desde computadores, notebook, celulares, teléfonos de casa, microondas, hornos, incluyendo tarjetas electrónicas o fuentes de poder, entre otros. Todos insumos que pasan ser objeto de reciclaje y que luego, gracias al tratado de Montreal (Canadá), puede salir del país sin implicar ser un riesgo para la salud por los componentes que tienen dichos equipos.

Incluso, en la actualidad uno de los colaboradores de Dino Corbano es su hijo Giuseppe, quien se encarga de investigar materiales y mecanismos de la basura electrónica, con el propósito de analizar su composición. Tarea que en este momento los tienen estudiando la posibilidad de crear un tipo de material de construcción a base de plástico p7 que podría servir, por ejemplo, para la edificación de viviendas de excelente calidad.

Si bien el trayecto recorrido hasta ahora por Geec también ha tenido sus altos y bajos, el equipo conformado por Corbano, Claudio Arce y Blanca Valenzuela, ha dejado un sello propio, al convertirse en un emprendimiento pionero en la zona norte del país en trata la basura de dispositivos eléctricos o electrónicos desechados.

Concepto de reciclaje que además cuenta con la colaboración de Marcela Zavala, quien se ocupa del área de la publicidad y el diseño, y con el apoyo de Joaquín Merino y Osvaldo Queupan, quienes se encargan de la recepción, almacenaje y segregación. Todo el proceso involucra a este gran equipo de trabajo que espera poder incentivar a más recicladores electrónicos.

Y a juicio de Corbano: “un mecanismo para mitigar la basura electrónica y sus estragos, es que las propias empresas cuenten con un sistema de reciclaje de sus productos, ya que así todo el planeta se beneficiaría”.

Vertederos tecnológicos, una realidad “avasallante”

Se trata de una realidad cada vez más avasallante, ya que según el Global E-Waste Monitor 2020 de la Organización de las Naciones Unidas, en 2019 en el mundo se generó un récord de 53,6 millones de toneladas métricas (Mt) de desechos electrónicos en todo el mundo, un 21% más en solo 5 años.

Lo que convierte a los desechos electrónicos en el flujo de chatarra doméstica con más rápido crecimiento en el mundo, impulsado principalmente por tasas de consumo tan altas de equipos eléctricos y electrónicos, cuyos ciclos de vida son más cortos y tienen pocas opciones de reparación.

Por: LaQuinta-news Fotos: Keyla Larrea Gutiérrez

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